Poemas

Xochiquetzal Salazar

Poesía

Atardezco

I

Parir el mundo

contraer, expandir:

un breve abril.

II

Estremecida

soy caracola alada

expuesta, airada.

III

Circular pende

el limón amarillo.

Sombra verdácea

IV

Cuán delirantes

estas aves sinfónicas

que arden y ebullen

V

Mi piel morena

hojas envejecidas

Mímesis ocre.

VI

Embadurnada

Nacer, morir, nacer

Agua, hojas, tierra.

Preludio a mi muerte #1

Tautología, esquirlas.

Todo es y ha sido,

preludio a mi muerte.

Ah, si tu cuerpo nocturno niña,

me sostuviera en este vuelo hacia la muerte,

si tus piernas de aguacero

me llovieran este cuerpo árido,

si tus arranques de enojo

fueran marea para llevarme a casa…

Ah, pequeña rufiana e insolente dictadora.

Tu alma seguirá sola de aquí en adelante.

Pero aún tu presencia es pasajera.

La muerte me recuerda

que fui niña.

Y en esa soledad perenne

habitaré con todas mis ancestras.

Desapareceremos a destiempo,

será un silencio sin nadie que lo escuche.

Será hija, sin embargo, un silencio de todas.

Preludio a mi muerte #2

Cierro los ojos.

Con nítida crudeza apareces.

Olisqueo la piel de la melancolía,

se agolpa el tiempo transcurrido,

la vida se desdobla

y entreveo su hermosa desnudez,

sus contornos vivaces y lúbricos,

las cavidades ominosas de la infancia,

me detengo en su vientre amante,

mullido,

apercibo la calidez de sus oquedades.

Me presencio a mí misma joven, sufriente, confusa.

Su cuerpo lánguido, enmudecido,

impávido al ser mirado me seduce.

Lo recorro con mi lengua de mujer poeta

y se estremece, acuosa tiembla,

sus senos henchidos de deseos estallan contra mi rostro;

en convulsa alucinación

el pasado y yo: alcanzamos el clímax.

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